Ha pasado bastante tiempo desde el último post, algo que lamento profundamente. Mi intención era continuar añadiendo contenidos, aunque fuera de forma más espaciada a lo habitual; pero me he visto posponiéndolo un día sí y otro también (maldita procastinación, por decir algo).
La cuestión no es que escriba ahora, sino que temo haber tardado demasiado tiempo en tomar la decisión, que finalmente considero inevitable. No es sencilla, aunque oportuna –incluso, para no desmejorar mi propia imagen al presentar un blog con escasa actualización. Hoy en día es poco menos que una exigencia–.
No obstante, no se trata de cerrar el blog a cal y canto, puesto que también funciona como archivo. Tengo en mente centrarme en otros proyectos que hacen que este quede, por así decirlo, en stand-by.
En realidad, nunca he dejado de trabajar en este blog. Continuamente, he estado al tanto de novedades a través de numerosas fuentes de información. Pero todas estas noticias, aparte de alguna recopilación que comencé y dejé inconclusa, se quedaron sin publicar. Ya fuera por su caducidad al demorarse en el tiempo, o por no tener ocasión de trabajar debidamente sobre ellas para lanzarlas de forma decente. No quería limitarme a copiar y pegar, o simplemente enlazar. Esa no es, en mi opinión y en la de muchos, la función de un blog.
Por otro lado, y al hilo de esto último, he de puntualizar que he encontrado una forma más directa y ágil de compartir las noticias que me parecen más interesantes, entre ellas las referidas a nuevas tecnologías y educación (si bien, tengo tendencia a ocuparme más de las primeras), a través de las redes sociales más populares. Me he convertido sin pretenderlo –pues desconocía el término cuando comencé a hacerlo motu proprio– en Content Curator.
Este término, entre feo y pretencioso, todavía no ha encontrado una adecuada traducción o interpretación en español. Viene a ser algo así como un gestor de contenidos especializado, alguien que criba la información que puede ser más relevante de la ingente cantidad que se genera hoy día. En realidad, esta es una función clásica del Periodismo (tengo pendiente profundizar sobre este tema, pero lo haré en otro espacio y en otro momento).
Por el momento, y volviendo a la cuestión de la selección y publicación en redes sociales, principalmente lo hago a través de Twitter, Facebook y Pinterest. Existen y existirán otras, pero por el momento me he decantado por estas. Aunque en ocasiones las temáticas o los artículos se superponen, trato de hacer ciertas diferenciaciones entre lo que publico en cada una de ellas; puesto que, como yo lo interpreto, no siempre tienen la misma cabida unos temas o una forma de comunicar en una o en otra, ni en todas a la vez. Que quede claro: este es mi punto de vista.
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