En primer lugar he decidido analizar una fotografía deportiva porque suelen ser fotografías dinámicas, coloridas y en ocasiones muy artísticas. Los fotógrafos deportivos pueden disparar cientos o quizás miles de veces a lo largo de un partido y a diferencia del vídeo que busca informar de lo que esta ocurriendo estos profesionales buscan el momento clave, lo que pasa en un instante. La técnica y la táctica deben de ir a la par para que la máquina actúe en el instante mismo que el fotógrafo ve la instantánea.
Esta fotografía es llamativa y atrae la atención del espectador por el encuadre, el color y las texturas que da el enfoque.
Si se reduce la composición a líneas nos da una composición de lineas, inclinadas, verticales y curvas que nos transmite sensaciones de tensión, movimiento, dinamismo...
Existen varios puntos clave, yo diría que el jugador de negro y la pelota tienen más presencia en la instantanea por lo que la cara y la pelota serían puntos fuertes. El jugador de blanco y azul se encuentra como en segundo plano aunque eso no le reste importancia. Su postura en equilibrio, y el arco que forman sus piernas son elementos muy expresivos.
El fondo muy desenfocado permite centrar toda la atención en los dos cuerpos de los futbolistas que se disputan el balón. El balón es muy importante para entender la fotografía ya que si hubiera quedado fuera del encuadre no sabríamos entender el motivo de tanta tensión.
Los colores son llamativos por varios motivos, primero porque dan volumen y hacen más artística la fotografía y segundo porque ayudan al lector a entender de que equipo son cada uno.
Esta fotografía además es importante porque refleja una entrada que podría ser penalizada en el encuentro.
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